El minotauro, ciego de furia y confusión, se alza en un instante eterno, su brazo en alto, presto a golpear con la fuerza de un mundo en caos. Esta criatura mítica, mitad bestia, mitad hombre, representa el conflicto perenne del ser humano, atrapado en la competencia feroz por la tierra, los recursos, y el poder. Su parte de toro noble, es guiado por la capa del engaño, quizás hoy nos enfrentamos a un desafío parecido: distinguir lo real de lo ficticio el capote del verdadero enemigo en este mar de desinformación. En una era donde incluso lo evidente es puesto en duda, la verdad se convierte en una batalla más a librar.