"El Cazador de Estrellas", En esta figura masculina, con su arco tenso por una fecha invisible, he intentado plasmar la lucha eterna por alcanzar lo que parece inalcanzable, nuestros sueños más anhelados. En este cazador hay un deseo de tocar aquello que parece estar siempre fuera de su alcance, como las estrellas que brillan en el cielo lejano.
Al modelar esta pieza, quise capturar ese momento fugaz en el que el cazador se encuentra en la máxima tensión, el límite entre lo real y lo soñado, entre lo tangible y lo intangible. La flecha es la metáfora de las ilusiones, de las esperanzas que a menudo no tienen forma concreta, pero que dan sentido a nuestra existencia.
Con esta pose de la figura he querido representar la esencia misma del esfuerzo humano. Al igual que este cazador, todos tensamos nuestro arco en algún momento de la vida, lanzando nuestros deseos al viento, confiando en que, de alguna manera, alcanzaremos lo que nos proponemos. En cada músculo he querido que se sienta la determinación y la esperanza, pero también la duda, la incertidumbre de no saber si esa flecha invisible llegará a su destino.
Como escultor, me fascina la idea de la persecución constante, la búsqueda que nunca termina, nunca llegar a lograrlo del todo, la idea de que en la siguiente obra lo haré mejor. Hay algo heroico y al mismo tiempo melancólico en esa lucha sin fin.
En la postura, arrodillado y con los brazos extendidos hacia el cielo, veo también una representación de la fe. Este cazador confía en algo más grande que él mismo. Es una fe que muchos compartimos, la de seguir adelante, aunque a veces el objetivo parezca imposible de alcanzar.